A medida que la tecnología se ha ido introduciendo en la vida cotidiana y en todas las actividades, ha transformado los medios por los que aprendemos e interactuamos. En los últimos años el tiempo que pasamos frente a las pantallas se ha incrementado exponencialmente. De acuerdo con los estudios, pasamos hasta ocho horas diarias en promedio frente a una pantalla, fuente primaria para consumir información entonces parece prudente analizar cuál es el tipo más adecuado para nuestra vista.
Las pantallas amigas de los lectores
En el mercado han surgido diversas tecnologías de pantallas como LED, AMOLED, etc. las pantallas siguen alcanzando niveles de nitidez deslumbrantes gracias al aumento de las resoluciones y a la mejor densidad de píxeles por pulgada. Sin embargo, continúan siendo alguna modificación o alteración por nombre de marca comercial. Nos enfocaremos entonces en conocer los orígenes de las tecnologías más grandes. Una de estas “casas matrices” en materia de pantallas es la tecnología LCD, comúnmente denominada de corriente inorgánica. Mientras que su contraparte es la tecnología OLED, el modelo orgánico de las pantallas.
Las pantallas LCD
La tecnología de las pantallas LCD es el mismo tipo de pantalla que utilizan el ordenador, la mayoría de los televisores y teléfonos como el HUAWEI nova 5t. Es el tipo de pantalla más común en el mercado, aunque tal vez resulte menos familiar porque hay una ligera confusión de etiquetado con entre LED (diodo emisor de luz) y LCD (pantalla de cristal líquido).
Visualmente, los dos son lo mismo. En cuando nos topamos con un equipo que clama tener una pantalla “LED”, en realidad es una LCD. La parte LED sólo se refiere a la fuente de iluminación, no a la pantalla en sí. Esta tecnología puede mostrar una gama más amplia de colores y tiene una frecuencia de refrescamiento rápida, por lo que entrega animaciones suaves, interfaces deslizantes e interacciones entre juegos y vídeos de forma agradable. Las pantallas LCD son retroiluminadas, lo que la iluminación proviene de la parte posterior de la pantalla.
Las pantallas OLED
En la otra esquina está el OLED (diodo orgánico de emisión de luz), utilizado en los teléfonos insignia de gama alta. La luz de una pantalla OLED puede controlarse píxel a píxel.
Es posible que oigas decir que los píxeles del OLED son “emisivos”, mientras que la tecnología LCD es “transmisiva”. La luz de una pantalla OLED puede controlarse píxel a píxel. Este tipo de destreza no es posible con una pantalla LCD que trabaja por zonas. Entonces ¿quiere decir que las pantallas OLED son mejores?
La clave está en el brillo
Si bien es cierto que el control por píxel a primera vista pareciera ser la mejor alternativa, nos falta leer la coletilla detrás de esa historia. Y es que se necesita más brillo por punto para conseguirlo. Las pantallas LCD son mejores para ver con luz natural, aunque más caras de fabricar. En cambio, las pantallas OLED consiguen una mayor saturación de color con su ponente iluminación. Al final, son nuestros ojos quienes asumen el pago de esta tecnología. Por eso la aparición de fatiga ocular es cada vez más recurrente. La tecnología AMOLED ofrece un avance significativo en este sentido, sin embargo, de fábrica siguen siendo LCD presenta menos efectos negativos para la vista. En todo caso la recomendación es reducir el tiempo frente a las pantallas como medida de protección. Por otra parte, es importante resaltar que otra consecuencia de OLED es que la vida útil de los equipos se reduce, por cuanto pesa n el bolsillo. Usted dirá cuál es su elección.